viernes, 12 de noviembre de 2010

RAUL VILLA


Quisiera poder escribir este nombre con caracteres inmensos de oro, porque es de un hombre que ante todo sentimiento, emoción y cadencia de “música de alas” como diría el poeta. Ahora vuelve a su querencia  dejando atrás caminos de luz y  sombra,  con un equipaje repleto de pentagramas y sensaciones, buscando emociones puras, para encontrarse consigo mismo en el misterio de la vida. Hoy quiere compartir con nosotros, como en otros días, el mensaje cósmico en el leguaje universal de la música que lleva dentro y que estalla en arpegios de ternura en el sentimiento de su guitarra. Pero no sólo  el virtuosismo de la interpretación clásica, el embrujo de flamenco español o el fluir misterioso del alma latinoamericana o toda la música misma, sino también conocimientos y experiencias, teorías y vivencias, estudios e investigaciones de la música inmortal de la música de siempre. Raúl Villa es así, sencillo, transparente, cree en sí mismo como en su guitarra, en el amor, en la vida, con tanta fuerza como cree en Dios de quien ha recibido el don maravilloso que ha cultivado desde niño, y es sencillo porque es inmenso aunque no profeta en su tierra donde pocas veces sucede algo interesante en el campo del arte. (Antonio B. González Mejía - 1993).

1 comentario:

  1. Saludos maestro, sin duda un concierto de la vida para los amantes de quienes nos gusta el bello arte de música, especialmente la Guitarra.

    Melva

    ResponderEliminar